Queridos lectores lamentablemente el compromiso sigue siendo un mero rumor pero tal parece que todo es cierto y como esta autora se esta muriendo por contarlo se los dirá, solo espera que su intromisión no arruine nada o tal vez, mejoren las cosas. Una nunca sabe lo que pueden hacer los celos.
Pero volviendo al tema, es casi un hecho de que el barón Arild Stantierra y Lady Hermione Granger contraigan matrimonio muy pronto, Esta Autora ha escuchado en repetidas ocasiones durante esta semana a Lady Ginevra Weasley, prima de Lady Granger comentar que el matrimonio sucederá a finales del mes, para lo cual ya solo queda una semana.
Esperaremos a ver que sucede. Mientras tanto Esta Autora aun no recibe la invitación ¿Y ustedes?
ECOS DE SOCIEDAD DE LADY WHITLOCK 23 DE JUNIO DE 1814
Hermione por otro lado, estaba ansiosa porque Harry y sus primos regresaran con noticias sobre Draco.
Esperaba que todo saliera bien rogaba que ellos tuvieran razón y Draco volviera a su lado. Esperaba que con su regreso el podría por fin olvidarse de las estúpidas palabras de su padre.
Desde que Ron le conto lo que Lucius Malfoy le habia dicho a su hijo, antes lo detestaba por ser un miserable con todos los que no pertenecieran a su estatus pero ahora simplemente lo odiaba.
¿Cómo podía haberle dicho eso a su propio hijo?
Nunca habia sido una persona rencorosa pero deseaba con todas sus fuerzas que donde fuera que estuviera Lucius Malfoy estuviera sufriendo terriblemente.
Lo adiaba.
Pero ella se encargaría de hacerle saber a Draco que las palabras de su padre no eran más que una absurda mentira.
Ella se lo demostraría con su amor.
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Malfoy Park lucia apacible, tal parecía que no habia nada que pudiese irrumpir con la tranquilidad que lo rodeaba, apenas si corría viento y el día era bueno, aun no se veían las nubes y era bastante cálido.
De pronto el ruido de cascos rompió el silencio, alguien venia acercándose por el camino.
Cuando el jinete llego a la entrada los criados que se encontraban ahí solo pudieron ver el polvo que levanto al pasar el jinete desmonto al caballo y casi derrumbo al mayordomo cuando cruzo la puerta.
Draco sabía que debía haber vuelto a Londres una vez que Pansy y Ron le dijeron que Hermione iba a casarse con Arild, pero no podía ir y de hecho de no ser por ese maldito sueño que habia estado molestándolo durante todo este tiempo no se habría decidido.
Ahora se daba cuenta de que se habia comportado como un verdadero idiota.
Era cierto que no podía ofrecerle amor a Hermione no porque no lo sintiera pero no se creía capaz de merecerlo y sobre todo porque si ella se lo daba y si en algún momento le decía que lo amaba eso supondría una victoria para su padre.
El habría acertado en que las mujeres mienten.
No podría soportar eso.
Ojala pudiera, pero las palabras de su padre aun estaban muy presentes en su memoria.
Lo odiaba.
Si, para que negarlo, era un hombre vil y mentiroso así como codicioso de poder,
Arild Stantierra era la clase de persona que lo da todo por las personas que aprecia, no teme salir perdiendo por ayudar a quien lo necesita.
Era valiente y audaz pero cuando se trataba de enfrentarse a las mayores chismosas de Londres, el valor salía sobrando.
Desde que Ginny dejo correr el rumor de que él y Hermione se casarían a finales de mes, las señoras no le habían dado ni un solo respiro, apenas ponía un pie en cualquier salón de baile y ellas lo acobardaban con sus preguntas.
Esa era justamente la cuestión en este preciso momento.
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