La frase de la semana

sábado, 10 de julio de 2010

Presentaciones

Disclaimer: Los nombres de los personajes que aqui aparecen le pertenecen a la maravillosa J.K. Rowling más no la historia

« Ninguna mujer amará nunca a alguien como tú. Lo único a lo que nosotros podemos aspirar es que alguien se case con nosotros por nuestro dinero y titulo y con el tiempo, si tienes suerte tal vez tengas un hijo que te quiera...»

Son las palabras que Lucius Malfoy le dijo a su hijo momentos antes de morir y con las cuales Draco ha vivido los últimos 8 años de su vida

Pero algo sucede cuando conoce a una simple criada que no es lo que aparenta


Presentación de Nuestro Héroe

Corría el año de 1814, y había un nuevo chisme que corría de boca en boca entre las mujeres de la alta sociedad londinense, y no solo por ser un chisme más, si no por la importancia que tenía este.

El Vizconde Draco Malfoy había regresado a la ciudad después de 7 años, en los cuales solo había pasado breves temporadas en la casa de su madre.

Y no es que no le gustara estar en casa con su madre, sino que no le apetecía que lo llamaran vizconde, ese era un titulo que el odiaba porque siempre que lo llamaban así se encargaban de decirle que habían conocido a su padre, "un hombre honorable, que valoraba el distinguir a las clases para que no se mezclaran entre sí" decían y terminaban diciendo "debes sentirte muy orgulloso de ser su hijo y por supuesto debes seguir sus pasos".

Como odiaba que le dijeran eso, pero sobre todo odiaba a su padre, porque siempre se encargo de hacer que odiara a todo aquel que no tuviera un status social similar al suyo, por que tenia de honorable lo que el tenia de feo.

Si los demás hubieran conocido al verdadero Lucius Malfoy habrían sabido que él no era otra cosa que el ser mas detestable que alguna vez pudo haber pisado la tierra.

Aun recordaba lo feliz que se sintió cuando recibió la carta de su madre en donde le informaba que su padre había muerto víctima de una gripe.

Y lo enojado por saber que no había sufrido lo suficiente como para que pagara todo el daño que le había hecho a él y a su madre, sin contar a todas esas personas que habían sido humilladas y pisoteadas por no pertenecer al mismo status.

Lo único que tenía que agradecerle es que había tenido la oportunidad de conocer al ser más bello que pudo haber sido creado, y aun así solo lo hacía en una parte por que recordaba perfectamente el rostro de ese ángel, aunque la primera vez que la vio, no le pareció tal cosa.


Inicio de la Historia

Mayo de 1809

Surrey, Inglaterra

Se encontraba Lucius Malfoy con su hijo cerca de Dartford House cuando en una de las casas vecinas arribaba lo que parecía ser una criada, era bastante atractiva a pesar de no ser más que una chiquilla, tal vez de la misma edad de su hijo que tenía 15 años.

Llevaba un vestido como el que utilizaban las criadas y que resultaba poco atractivo pero en ella lucia mucho mejor.

El se acerco a ella e intento humillarla arrojándole un par de monedas para que hiciera un mandado, ella se le quedo mirando con tanto desdén que parecía querer atravesarlo y dejarlo estampado en el suelo, pero no le dijo ni una sola palabra y siguió su camino.

-¡¡¡Detente!!!- ordeno

Pero ella no le hizo caso y siguió avanzando hacia la casa, aunque parecía un poco asustada, pero no lo suficiente como para obedecerlo

Lucius Malfoy la alcanzo y la tomo por el brazo obligándola a girarse y mirarlo.

-¡Te estoy hablando!

-Disculpe milord, pero debo llegar a la casa que me esperan- dijo mientras intentaba zafarse

- ¿Acaso no sabes quién soy yo?- dijo Lucius Malfoy

-Si milord, lo sé- contesto la muchacha

- ¿Y si lo sabes por qué no obedeces?-

-Le repito milord que están esperando

-Padre- intervino el joven Draco - déjala ir, se nos hace tarde y debemos ver al conde Dartford

Draco nunca había visto que alguien desobedeciera una orden de su padre y mucho menos una criada.

Su padre la soltó de pronto

-No vales lo suficiente, solo eres una criada- dijo Lucius soltándola de golpe tan fuerte que la tiro al piso.

Draco se acerco a ella cuando su padre se alejo, él le tendió la mano pero ella lo miro desconfiada.

-Tranquila, no te voy a hacer daño- dijo con voz suave

La muchacha lo ignoro y se levanto dispuesta a irse

-Lo siento- grito Draco antes de que ella entrara a la casa

-Draco- lo llamo Lucius- tenemos que irnos

Draco le dirigió una última mirada a la muchacha, estaba cubierta de lo que parecía ser harina, la única parte que estaba limpia era su cabello.

Tampoco la considero un ángel la segunda, la tercera o la cuarta vez que La vio, para la quinta ya tenía dos teorías acerca de sus encuentros, la primera era que ella lo estaba acosando y buscaba cruzarse con él lo más seguido posible y eso tal vez era considerable dado que se había topado con ella 4 veces en 2 semanas y eso era más de lo que se encontraba con cualquier miembro de la alta sociedad y la segunda era que solo era simple casualidad.

Las veces que se habían encontrado, ella simplemente lo ignoraba, lo cual resultaba bastante molesto dado que él no era cualquier muchacho.

Él era el heredero de un vizconde y no solo eso sino que era uno de los jóvenes más ricos de esa época, incluso poseía una fortuna propia mayor que el propio marqués Dartford, un anciano que no tenía más familia que el conde Riverdale que para su mala suerte solo tenía una hija que nunca estaba en casa.

Dejo de buscas encontrarse con la muchacha al fin y al cabo pronto ingresaría a Eton y no volvería en mucho tiempo, lo cual le agradaba muchísimo pues así no tendría que soportar a su padre.


Presentación de Nuestra Heroína

Hermione Granger era una joven intrépida y audaz, era totalmente diferente a todas las niñas de su edad, ella amaba leer los libros tanto o más que las otras niñas, su institutriz la adoraba por lo inteligente que era y además de que no se limitaba a quedarse en casa a aprender a escribir, hacer cuentas, a coser y a aprender a dirigir una casa, a ella le gustaba ayudar a los demás principalmente a los que no eran de su clase social y a pesar de solo tener 13 años se escapaba de casa para llevar un poco de comida a los más pequeños.

Fue en una de esas visitas en las que conocería a un niño de su edad, era un pequeño de ojos verdes y pelo azabache que cautivaría su corazón aunque no de una manera romántica, sino más bien como un hermano, su nombre era Harry Potter y tenía el corazón más noble que alguien pudiera poseer, era un niño al que a pesar de quedar huérfano cuando apenas era un bebe no le había faltado nada de cariño pues se había criado con una familia igual de pobre que él.

Harry solía ayudarla a escapar por las noches llevando un poco de comida que tomaban de la bodega de la casa de ella.

Hermione era hija única del conde y la condesa Riverdale, sabía que muy en el fondo su padre siempre quiso un heredero, pero al no tenerlo no le disgustaba ni un poco que el titulo fuera a parar a su primo Arthur Weasley si moría antes que él, de lo contrario el titulo pasaría a su hijo Ronald, eran buenas personas a las que apreciaba muchísimo y que se habían criado igual que su hija.

Arthur tenía un hijo y una hija. A ninguno de los tres jóvenes les gustaban las injusticias y en ocasiones se molestaban porque el que tenía más libertad para salir era Ron.

Hermione adoraba a sus primos tanto como adoraba a Harry.

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