La frase de la semana

martes, 13 de julio de 2010

Te doy mi corazón

¿Quién eres?

Draco se acerco a ella lo más rápido que sus piernas le permitieron, cuando por fin estuvo a su lado la reviso, no había sangre por ningún lado y extrañamente estaba agradecido por eso.

El niño después del impacto que sufrió fue corriendo al lado de su madre. Supuso que era la mujer que venía corriendo con su criada detrás.

Después de que su angustia cediera un poco, pudo ver por fin a la chica, jamás había estado tan cerca de ella y ahora que la veía no sabía cómo pudo darse cuenta de que era ella la misma muchacha de hace cinco años desde donde estaba, su cabellos seguía siendo del mismo color aunque un poco más largo, su rostro se había afinado y su cuerpo, ¡Dios Santo! Su cuerpo como había cambiado, ya no era una chiquilla, era una mujer y a pesar de llevar puesto un vestido de color gris más viejo que otra cosa, sus formas eran visibles y apetecibles. Solo esperaba que despertara para poder comprobar si era la misma muchacha altiva y orgullosa que había conocido hacia tanto tiempo.

Una mujer comenzó a acercarse a ellos venia acompañada por el niño al cual ella le acababa de salvar la vida

-¿Está bien?-pregunto la mujer

-Sí, está bien- contesto

-¿Es su criada?-pregunto la joven dama

Draco que no se esperaba esta pregunta la miro por un momento antes de contestar

-No, no lo es-

-Es muy valiente, mi hijo no estaría bien de no ser por ella-dijo la dama que parecía no poder dejar de hablar debido a lo asustada que estaba- debería recompensarla-dijo en lo que al vizconde le pareció más para sí misma que para él.

-Mi lady, me parece que debería esperar a que ella este despierta para saber que hacer-dijo el vizconde

-Tiene razón ¿Sabe cómo se llama?- pregunto la dama- ¿En donde vive?

-Anne- contesto Draco

Había escuchado cuando un joven tal vez de la misma edad que ella la llamaba así, aun recordaba ese día, fue el ultimo que paso en Londres antes de la muerte de su padre, le gustaba recordar esa época como el fin de su calvario, aunque sabía que ese apenas comenzaba.

-Anne, que bonito nombre-dijo la dama- mi hija se llama así ¿sabe?

-Si me disculpa mi lady, pero debo llevarla a casa- dijo Draco

-Llévese mi carruaje-dijo la dama

-No puedo dejarla sin su carruaje- comenzó a protestar el vizconde

-No se preocupe mi lord, es para que ella este cómoda, es lo menos que puedo hacer por ella después de cómo salvo a mi hijo.

-Se lo devolver pronto, pero por ahora debemos esperar a que recobre la conciencia para saber en donde vive

-Pensé que usted lo sabia dado que conoce su nombre- dijo la dama con algo de curiosidad

-Solo conozco su nombre porque la he visto muchas veces y generalmente siempre está acompañada por un joven que asumo debe ser su hermano- contesto Draco sin saber exactamente por qué le daba explicaciones a aquella mujer si ni siquiera la conocía.


Hermione podía escuchar un par de voces mientras poco a poco recuperaba la conciencia, no era capaz de escuchar claramente lo que decían, pero una era la voz de una mujer y la segunda era de un hombre, esta le sonaba familiar, era la voz de un joven pero ella solo conocía a dos jóvenes y esa voz no era de ninguno de ellos, en primer lugar porque de ser Ronald ya la estaría llevando de regreso a su casa y la hubiera zarandeado para despertarla y tampoco podía ser Harry por que este estaría maldiciendo una y otra vez por lo imprudente que era.

Esta voz le sonaba conocida pero sobre todo resultaba tan atrayente

De pronto, el sonido de la voz masculina se aclaro y pudo escuchar que decía

-Solo conozco su nombre porque la he visto muchas veces y generalmente siempre está acompañada por un joven, que asumo debe ser su hermano-

Era probable que no estuvieran hablando de ella ya que ella no tenia hermanos, bueno a pesar de que consideraba a su primo Ron y a Harry como sus hermanos

Abrió poco a poco los ojos pero la luz del sol la deslumbro y los cerro inmediatamente cuando los volvió a abrir lo primero que vio fue un par de ojos grises, eran brillantes y tan parecidos al mercurio.

-¿Estás bien?- pregunto la mujer

Hermione volvió solo un poco el rostro pero sintió un dolor en la cabeza y emitió un quejido, fue apenas un suave sonido pero el vizconde al estar tan cerca de ella pudo escucharlo.

-¡Dios mío! Esta lastimada- dijo la mujer

-Estoy bien- se apresuro a decir Hermione- debo irme a casa, me están esperando. ¡Los huevos!- dijo de pronto al ver que todos estaban tirados en el piso y era probable que ni uno estuviera completo.

-No te preocupes por ellos- dijo la dama- ahora mandare a alguien por mas

-Pero debo llegar pronto a casa, mi madre me matara si se da cuenta de que no estoy- dijo Hermione más para sí misma que para las personas que la acompañaban

Draco al escuchar estas palabras se tenso, una imagen se apodero de su mente, en ella Anne era maltratada, no solo por su madre sino por sus patrones, sintió la urgencia de protegerla.

La joven dama llamo a su lacayo y le ordeno ir al mercado y comprar doce docenas de huevos, el lacayo se le quedo mirando como si se hubiera vuelto loca pero no dijo nada y fue por los huevos.

Mientras tanto, Hermione había sido colmada de atenciones por parte de la joven dama pero ella no le prestaba suficiente atención pues se encontraba mas ocupada en descifrar quien era el joven y de donde lo conocía.

El lacayo no tardo más de 10 minutos en regresar, aunque el pobre se tambaleaba con el peso y no sabía como la joven sería capaz de llegarlos intactos a la casa donde trabajaba.

Pero antes de que él o Hermione pudieran decir algo, el vizconde hablo

-La llevare a su casa y si es necesario hablare con su madre y justificare su tardanza-

-Yo iré con usted- dijo la joven dama

-No es necesario- dijo rápidamente Hermione temiendo que en cuanto se acercaran a Riverdale House la descubrieran

-Insisto- dijo Draco

Unos momentos después estaban de camino a Riverdale House, Hermione imploraba por que su madre no estuviera en la cocina, ¡Dios! Rogaba porque ni siquiera se diera cuenta de la llegada de un carruaje

No hay comentarios:

Publicar un comentario